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lunes, julio 23, 2007

Parashat VaEtjanán 5767

Nuestro Mayor Consuelo


Consolad, consolad a Mi pueblo, 
dice vuestro Di-s (Ishaiahu 40, 1).

El Shabat posterior a Tishá BeAv recibe el nombre de Shabat Najamú debido a las primeras palabras de la Haftará semanal que marca el inicio de las siete Haftarot de consuelo (Sheva DeNejamata) que separan a Tishá BeAv de Rosh HaShaná.

Najamu, Najamu Ami Omar Elo-heijem. Consolad, consolad a Mi pueblo, dice vuestro Dios (Ishaiahu 40, 1).

Una de las preguntas que más ha ocupado a los comentaristas al respecto de esta Haftará, tiene que ver justamente con su inicio. ¿Cuál es la razón de la repetición inicial? ¿Por qué motivo Di-s dice primero ‘Consolad’ y luego dice ‘Consolad a Mi pueblo’?

El Maguid de Duvno –como de costumbre- responde con una parábola:

Dos hombres abandonaron a sus mujeres y viajaron lejos. El primero lo hizo en busca de sustento para su familia. El segundo -un acaudalado millonario- partió lejos huyendo de su malvada mujer.

Pasó un largo tiempo y las mujeres nada supieron de sus maridos.

Comenzaron a indagar, hasta que arribó al lugar un poderoso comerciante que traía saludos para las dos mujeres. El hombre contó que había hablado con sus esposos y traía consigo cartas que ellos les habían escrito. Sin embargo, les pidió un tiempo para descansar del viaje, desarmar los bultos y entregarles las misivas.

La esposa del millonario se marchó feliz a su casa. Sin embargo, la esposa del pobre no quiso abandonar al comerciante y le insistió por ver la carta de su marido.

Cuando el comerciante le preguntó por qué su insistencia era mayor a la de la otra mujer, ésta le dijo: ‘Ella tiene mucho dinero y su único temor es que su marido la haya abandonado para siempre. Saber que su marido preguntó por ella y le envió una carta, es de por sí un motivo de consuelo. Yo no tengo nada, ni para vestirme ni para comer. Necesito leer esa carta con urgencia para saber si mi marido consiguió sustento’.

De igual manera dice el profeta a Israel. ‘Consolad’ -ésto solo ya representa de por sí un consuelo. Pero el ‘Consolad a Mi pueblo, dice vuestro Di-s’ -el hecho de que Di-s les envíe palabras de consuelo y diga que aun es nuestro Di-s representa el mayor de los consuelos.

Aun después de los golpes de la vida, como de las tragedias recordadas en Tishá BeAv, podemos estar seguros de que Di-s está de nuestro lado. Ese es nuestro mayor consuelo.