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miércoles, octubre 10, 2007

Parashat Noaj 5768

¿Piedra o ventana?

La historia de Noaj es una de las historias favoritas de los niños debido a sus animales, sus pajaros y su arcoiris multicolor.

Tendemos a imaginarnos a Noaj mirando la lluvia bajo el techo de la cubierta del arca junto al elefante, la jirafa y los monos, pero al leer la descripción del arca en la Tora, vemos que la misma difiere notablemente de la idea que tenemos en nuestra mente. No había en el arca techo bajo el cual guarecerse y de hecho tampoco existía cubierta alguna.

De hecho, el arca se asemejaba más a un submarino que a un barco. Había una única ventana en el arca y sólo a través de ella los que moraban en su interior sabían de aquello que ocurría afuera.

Sin embargo, este es también un punto polémico e la exégesis bíblica.

La palabra "Jalon" (ventana) no aparece en nuestra porción de la Torá, sino más bien la palabra "Tzohar" que tiene más de un significado. Algunos la traducen como "claraboya", que es una clase de ventana, mientras que otros prefieren traducirla como "piedra preciosa" (RaSHI).

El Rabino Shlomo Kluger hace al respecto un comentario interesante: ¿Cuál es la diferencia entre una piedra preciosa y una ventana? , pregunta el Rabino.

Una ventana deja pasar la luz y a través de ella vemos aquello que ocurre afuera. Una piedra preciosa, por su parte, logra absorver la dentro suyo, pero no nos permitirá jamás ver a través suyo.

Esta diferencia coincide con la controversial personalidad de Noaj. Hay quienes sostienen que su corazón y sus pensamientos estaban con aquello que estaba ocurriendo en el exterior mientras que otros opinan que Noaj sólo se ocupaba de pensar en los suyos olvidándose del dolor que se abatía sobre el genero humano y que era bañado por el agua allí afuera.


El arca, en la historia de Noaj, simboliza la seguridad, la burbuja o la torre de la marfil.

Cada uno en su propia vida se sienta dentro de sus propias torres de la marfil. Están los que gozan de estabilidad económica y se olvidan de que en el mundo –y tal vez en la casa del vecino- existe pobreza y hambre. Están quienes habitan la torre de marfil de la calidez familiar y olvidan que mucha gente en el mundo sufre de una soledad lacerante.

Son muchas las burbujas que pueden cobijarnos....

Hay una famosa polémica en la Gemará (Megila 24b) entre Rabí Iehudá y los sabios acerca de si una persona ciega está obligada a recitar la bendición de las luminarias en la oración matutina.

¿Cómo puede un hombre ciego decir "quien forma la luz y crea la oscuridad" (Iotzer Or Uboré Joshej) si jamás ha visto la luz en su vida?

Rabí Iosei señala en el Talmud que siempre se vio perturbado por aquel versículo que dice: "Y estarás palpando en el mediodía, como palpa el ciego en la tiniebla" (Devarim 28:29). ¿Qué diferencia tiene para una persona ciega si hay claridad o hay tieniebla? ¡En todo caso él no puede ver!

El mismo Rabí Iosei responde a su interrogante mediante una historia de la que fue protagonista:

En una ocasión -cuenta Rabí Iosei- caminaba en la oscuridad de la noche y percibió que un hombre ciego caminaba en dirección suya con una antorcha en la mano.

Le preguntó: "Hijo mío...¿qué función cumple esa antorcha?

El hombre ciego le respondió: “Mientras llevo la antorcha en mi mano, la gente puede verme andar y ayudarme a no tropezar”.

El propósito de la luz es no sólo iluminar el camino para nosotros, sino también permitirnos ver a nuestro prójimo y a su propio mundo.

La controversia con respecto a la palabra "Tzohar" no es una mera discusión semántica. Es una controversia que nos ayuda a pensar acreca de si una sociedad mejor es posible.

"¡Sal del arca!" (Bereshit 8:16), dice Di-s a Noaj cuando las aguas bajan. "Sal del arca, porque hay un mundo fuera de las paredes de tu burbuja".

Solamente Noaj decidirá si transformará al "Tzohar" en "Zohar" (brillo) y traerá luz al mundo, o si la convertirá en "Sohar" (una prisión) y se la quedará sólo para él.